Un chocolate navideño al día.
La mayoría de los chocolates navideños individuales, vienen escrupulosamente envueltos en una delgada, frágil y metálica lámina. Debido a este presentación, algunos somos inquietados durante el intento de llegar a tan a veces esquicito producto. Hay muchas formas de acceder a este producto.
Una incluye una rápida, efectiva pero nada interesante forma de deshacerse de la envoltura; Sin detenernos a apreciar la forma tan escrupulosa en que fue envuelta, analizar que método masivo pudo ser usado para lograr tal fin, nisiquera en los ingredientes que pudieron ser usados para su elaboración. Tan solo ingenuamente son ingeridos, a veces en cantidades desmedidas. Esto produce una satisfacción gustativa confortante para los que solo tenían un solo fin..... saborear el chocolate. La agitante vida en la que vivimos actualmente nos obliga a tomar este rápido camino en la toma de decisiones, sin llegar a reflexionar el porqué hacemos las cosas; llegando incluso a privarnos de razonar el método que usaremos para realizarlas, además de pasar por alto reflexionar el fin que tendrán. La existencia de escabrosos temas, como son religión, política, etc... nos hacen preferir este mecanizado protocolo; para no meternos en problemas al cuestionarnos lo antes expuesto.
Un segundo grupo, cuidadosamente desdobla si es preciso cada milímetro de la delgada lámina metálica del chocolate, revelando incluso los detalles que han sido estampados en ella, los cuales el grupo antes mencionado no alcanzan a admirar y por lo tanto no tienen una clara idea del motivo original por el cual hace las cosas. Algunas veces el chocolate tiene una forma tan compacta e irregular que es difícil proceder a deshacernos de la envoltura sin que esta se vea dañada en proporciones despreciables, pero aun así la Azaña no pierde su valor y mucho menos los resultados son menos preciados; pero algunos otros tienen formas tan sencillas que todo es cuestión de tener la intención y el pensamiento crítico para aclarar los fines importantes del tema.
Es posible que la mayoría de los lectores se identifiquen con el primer grupo, aun así el segundo grupo no es exclusivo de ningún ser humano con características especiales; a excepción del pensamiento crítico; lo cual puede ser adquirido durante la diaria intención de ponerlo en práctica, a esto exactamente se refiere la frase "Un chocolate navideño al día", cualquiera puede empezar con un chocolate navideño al día, hasta hacer un estilo de vida el lógico pensamiento crítico.
Comentarios
Muy bonito el nuevo diseño suerte y sigue adelante .^^
¡Por favor!!!! alguien que diga dónde está el autor....no abandonen este sitio.
El chocolate me produce adicción como todo lo expresado en los diferentes momentos....y quiero seguir leyendo leyendo leyendo leyendo leyendo leyendo
Me quedo con estas imágenes: CEMENTERIO DE BLOGS......algún día quizás, pueda que se me ocurra hacer ese trabajo
Mientras tanto canto como Baglietto: " a dónde van, a donde van los solitarios, a dónde van la noche de año nuevo..."
hedonista, puaff, que palabra aristotelica....¿qué hago con el chocolate? hoy me sabe amargo
Una pena no continuaras con esto que comenzaste. Está bueno para el debate.